Los límites son pautas, reglas o límites que una persona crea para identificar por sí misma cuáles son las formas razonables, seguras y permisibles para que otras personas se comporten con ellas y cómo responderán cuando alguien supere esos límites. Es importante tener límites y no negociables para nosotros mismos.
Muchos de nosotros hemos aprendido límites poco saludables cuando nos enfrentamos a los factores estresantes de la vida. Para algunos, puede ser difícil mantener buenos límites en las relaciones o el trabajo. Los límites son un problema cuando están demasiado cerca o demasiado distantes. Aprender a establecer límites saludables es una parte esencial de vivir tu mejor vida.
¿Por qué necesitamos Límites?
Los límites establecen la seguridad. Nos protegen de daños físicos, emocionales o de otro tipo. Nos impiden sentirnos explotados y, cuando se establecen, nos ayudan a sentirnos empoderados. Podemos conocernos mejor a nosotros mismos y a nuestros valores, y eso ayuda a fomentar la confianza y el amor propio.
Problemas comunes de límites
Hay dos extremos del espectro con límites. Uno es la inmescencia: la falta de límites. El otro es el desapego: demasiados límites que resultan en aislamiento. Ninguno de los dos extremos es saludable. El objetivo es establecer la cantidad adecuada de límites para mantener la seguridad y el sentido de uno mismo, al tiempo que se entiende que la experiencia humana requiere interdependencia.
Establecer límites saludables
Paso #1: Aclarar los límites. Sepa qué comportamientos son y no son aceptables para usted.
Paso #2: Aclarar las consecuencias. Decide qué harás si se viola el límite. Por ejemplo, cuando te falten el respeto… las posibles consecuencias: colgar el teléfono, salir de la habitación, etc.
Paso #3: Comunicarte. Haz saber a los demás cuáles son tus límites y cuáles son las consecuencias de sobrepasarlos. (Podrías hacerlo con antelación. O podrías hacerlo una vez que se haya cruzado la línea. En este caso, le dirías a la persona lo que era inaceptable para ti y lo que sucederá si lo vuelve a hacer.)
Paso #4: Si se cruza una línea, tienes que hacer lo que dijiste que harías. De lo contrario, la gente aprenderá a no tomarte en serio.
Enumera a las personas en tu vida con las que tienes falta de límites. Una de las características más comunes de las personas que luchan con problemas de límites es su incapacidad para decir «no». Dicen «sí» a todo tipo de solicitudes para ser amables, útiles o ser necesarios, y luego se sienten totalmente abrumados por la cantidad de cosas por hacer.
Si la gente realmente se preocupa por ti, apoyará tu autocuidado y simplemente le pedirá a otra persona que les ayude.